Leo un artículo de la revista Forbes en el que dice que en “2050 habrá de media en los países de la OCDE , 60 jubilados o inactivos por cada 100 trabajadores”.
Si no tomamos esto en consideración, el crecimiento económico puede estar comprometido. No solamente por lo que supone para las arcas públicas de cualquier país, sino por no contar con la experiencia y el bagaje de las personas con una experiencia amplia.
¿Debemos elegir o decidir?
Toda decisión lleva su dosis de incertidumbre. Y aunque se utilizan muchas veces de manera similar, “elegir” y “decidir” son términos que obedecen a lógicas diferentes tal y como expresa Charles Pépin en su libro La confiance en soi . Elegir es hacerlo de manera lógica, tras una análisis racional de las distintas alternativas existentes, que minimiza en lo posible el factor incertidumbre en base a argumentos racionales existentes. En cambio, cuando una o varias alternativas disponibles no tiene elementos objetivos, medibles ni comparables tenemos que decidir.
Igualmente, el autor establece que lo mismo ocurre en la práctica profesional, donde en numerosas ocasiones se habla de decisión, cuando en realidad es elección. “Si no podemos estar seguros de que nuestra elección será la correcta entonces nos encontramos ante la necesidad de tomar una decisión”.
En realidad, es lo que ocurre hoy en el mundo de la empresa si nos fijamos en la descapitalización que sufren al prescindir de las personas mayores de 50 años. Las compañías están reduciendo su capacidad de decisión y concentrándose en su capacidad de elección.
Elegir entre alternativas disponibles en una investigación de mercado reduciendo al máximo la incertidumbre no significa que nuestro producto vaya a ser un éxito, sino que tenemos posibilidades de gustar al mercado objetivo ya establecido. Decidir significa que no teniendo todas las variables racionales medidas y valoradas se acepta una dosis de incertidumbre en busca de un resultado más satisfactorio.
Esa toma de decisiones, que no elección, que se da entre los profesionales de más recorrido y edad es lo denominado seniority o experiencia, porque tienen la capacidad de interrelacionar sus experiencias profesionales vividas en los mercados y sectores donde han trabajado con anterioridad. Su experiencia facilita una transversalidad en sus planteamientos. Son capaces de proyectar los posibles efectos a la vez que “explorar” argumentos y escenarios para combatir o aceptar la incertidumbre de la decisión.
En 1979 un test de mercado concluía que ninguna marca de vodka que no fuera rusa triunfaría en el mercado. Una elección hubiera sido considerar los factores y seguir los resultados del estudio. Sin embargo, la decisión fue lanzar al mercado uno de los mayores éxitos de la historia, la marca sueca ABSOLUT VODKA.
Félix Muñoz Blanco
Founder Partner UNUSUAL BUSINESS
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